jueves, 23 de febrero de 2012

En este silencio que hace daño


Todo por saber, todo por callar,
Con todo ello, muchas ganas de gritar,
Gritarle al viento, sabiendo que no juzgará,
Entenderá mis dolores y de ellos me apartará.

Al lado del mar, con el viento y su oleaje,
Sanará mis dudas como si de bruma se tratase.
Despojándome de tantos pensamientos,
Empujados al borde del sufrimiento.

Contradicción siempre de aliada,
Mientras paciencia anda callada,
Vacía de soluciones,
sin previas explicaciones.

Corazón tan cobarde que busca dónde sustentarse,
Buscando a razón como si de ella sólo pudiera fiarme.
Rechazando al corazón por temer al sufrimiento,
Bajo éste caparazón que esconde tantos sentimientos.

Demasiado inconformista,
Siempre me domina la prisa,
Sin paciencia navego entre pensamientos,
Queriendo dejar huella de todo lo que siento.
Sentimental por naturaleza,
impulsiva con destreza,
y siempre al borde de la imprudencia..

¡Cuánta imposición de razón!
Inevitable dominio de corazón..


4 comentarios:

  1. Mónica: un gusto llegar y econtrar tu BLOG lleno de alegría y de tu lírica.

    No sé cómo empezar pero el uso de las letras en ti, es hermoso... No soy de aquellos que gusta de la rima a rajatabla... y me espanta a ratos... pero son gustos... cuianod ésta no existe sino el susva fluir de las frases, creo que la poesía es más bella.

    un grato placer saludarte

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    1. Francisco, agradezco mucho tus palabras. Muchas gracias por valorar lo que escribo, todo un detalle.

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  2. Monica:

    A veces le damos demasiada importancia a gente que aparece en nuestras vidas.

    La vida es fluir, la llave de la felicidad está en la razón, somos animales racionales, ¿no crees?.

    Besos

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    1. A veces con tanto uso de razón nos complicamos la vida. Pienso que las respuestas se encuentran en el dejarse llevar, así es cuando descubrimos realmente lo que nos importa, ya que para mí, la racionalidad no es sinónimo de tomar las decisiones idóneas, incluso nos empuja a actuar de la forma que creemos correcta por lo que podamos haber interiorizado por la sociedad, y eso no quiere decir que realmente sea lo que nos haga feliz.

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