lunes, 16 de agosto de 2021

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.

~ EL APEGO..

“Disfruta del mundo sin apegarte a él. No puedes retener la respiración indefinidamente, tienes que soltar el aire. Soltar es importante”. H. H. Sri Ravi Shankar El apego es de los peores males de nuestro día a día y de nuestra sociedad moderna. Una de las dificultades en encontrarse a sí mismo, reside en pensar que somos todo aquello que poseemos. Siento decirte que pienso que no hay nada más erróneo que eso. Hemos nacido libres, con un cuerpo, una mente y un alma. Eso es lo que somos. A partir de aquí, deberíamos aprender a vivir en el mundo valorando nuestro entorno, aprovechando todo lo que nos hace estar felices y disfrutar de lo que nos rodea sin apegarnos a ello, sabiendo que no nos pertenece. Cuando consideramos que pertenecemos a algo, nos limitamos a nosotros mismos. El apego a las cosas y a las personas, no es nada más que la búsqueda de la certeza, de la seguridad y estabilidad. Necesitamos apegarnos para ser algo, para sentirnos que formamos parte de alguna cosa; pero ya pertenecemos a nosotros mismos. ¿Y por qué necesitamos ser dependientes? Para llenar vacíos que existen en nuestra alma. La clave es sentirse libre en uno mismo, libre de posesiones; pero inconscientemente nos apegamos para ser algo, sin saber que ya lo somos. Un ejemplo de ello, es en el amor hacia otras personas. Hay gente que a la que encuentra a alguien a quien amar, inconscientemente se apodera de esa persona. Hemos focalizado el sentido de la pareja como una necesidad; toda relación se basa en un interés inconsciente: Cuando conocemos a alguien que nos gusta mucho, ya enseguida pensamos: ojalá pueda llegar a ser algo más en nuestra vida. Constantemente esperamos algo a cambio. Y no siempre recibimos lo que esperamos, entonces nos frustramos y empiezan los problemas. Pues bien, esta necesidad de la que hablo, acaba exigiendo, y lo que es peor, acaba reteniendo. ¿Qué acaba produciendo este anhelo de llenar nuestra vida, de necesitar de alguien para ser más feliz, de sentir que este amor te pertenece? Pues lo contrario a lo que reside en el amar: Celos, posesión, frustración, exigencias, dolor, incomprensión.. y todo acaba causando miedo, entonces dependemos o nos aferramos a la otra persona por este propio miedo, creando así un círculo de destrucción. La dependencia sólo trae conflictos. Y es que el amor, no puede producir nada negativo, sino dejaría de ser amor inmediatamente. El amor es justo lo contrario, es comprensión, es libertad de hacer que la otra persona sea quien es, saber que nada nos pertenece. La necesidad es la que nos crea esta dependencia, aunque hay que dejar claro que no es lo mismo necesitar que depender. Cuando dependemos, dejamos de ser nosotros mismos; Khrisnamurti afirma que “una mente que depende jamás puede ser libre”. Y no nos engañemos, todos necesitamos sentirnos libres, nuestra naturaleza es la libertad de ser. Yo también he estado metida en algún capullo, hasta que me di cuenta que era mucho más bonita cuando era yo misma, tuve que soltar a ese capullo para encontrarme volando conmigo misma. Entonces me conocí. Me exploré. Y quise compartir mi amor con quien quisiera compartirlo también conmigo, y no con quien me obligaba a retenerme. Soltar es necesario. Soltando es cuando llegas a estar en sintonía con lo que te rodea, ya que todo lo que no va contigo volará y lo que tenga que estar, volará pero a tu lado. Cada uno tiene un camino, y lo mágico es ver cómo se enlazan entre ellos, no cómo se pierden en enredados hilos en los que los dos se sienten atrapados. Cuando nos vemos inmersos en el apego, desconocemos el amor. Es triste pensar que por estos esquemas, existirá mucha gente en el mundo que no habrá conocido que es el verdadero y real amor. Tenemos que librarnos del miedo que no nos deja amar. El miedo sólo existe en nuestra mente. El miedo es lo que se produce cuando no aceptamos. Hay que aceptar las cosas por lo que son. Es por eso, que cuando amas realmente, quieres la felicidad de esa persona y la aceptas tal y cómo es. Permites que esa persona sea de todas las maneras que quiera ser, dejas que ame, que se relacione con el mundo, que haga lo que nace de su corazón, en lugar de querer apropiarte de él. Así pues, el apego no es más que querer escapar de nosotros mismos, de la soledad, de la pérdida, de querer encontrar lo que somos con las cosas que existen en nuestro alrededor. Lo que no sabemos, es que cuando menos poseemos, más nos acercamos a nosotros mismos.