sábado, 6 de agosto de 2016

Por eso ahora ya vivo


Göttin Kali
Peter Engelhardt


A flor de piel siento tanto el ruido como la calma. Despacio me acostumbro a estos tonos ocres que me llevan balanceando desde hace años por los contrastes de este corazón y esta mente que ordena en estantes el desorden de mi vacío y plenitud. 

Y la luz, me abraza desde pequeña. No sé cuál es mi esencia, pero si provengo de la raíz de todo será magia. Será blanco o quizás dorado, como me dijo sobre el aura esa alma enferma de captar tanto a su alrededor y que murió por tanto dado. Así quizás acabaré yo, quién sabe, qué se yo.. Los años me trajeron el dolor y la fortaleza de sentir, aunque duela, y aunque a veces se me congelan las ganas y el cansancio vuelve por el paso de los años.. Siempre seguiré dando y perdiendo, como tierra eterna que absorbe todo lo malo y lo bueno. Lo cogeré todo para devolverlo con otro suelo, con otro viento y otras manos. Viviré sola para no estorbar y para que no me estorben. Soy joven pero desde niña ya supe que la soledad era mi molde, mi norte, pero nunca olvidé que las personas le dan sentido a mi mundo, así que bajaré de vez en cuando al cúmulo y volveré a recargarme en la montaña, en una casa de madera, con mi hombre, mis niños y mis perros por las sendas de este desierto en el que crece selva, pero siempre tendré en cuenta el asfalto, pues si he venido no es para olvidarme del mundo ni de sus contratos; lo viviré en todos sus contrastes. Porque soy el coño madre, soy mujer, soy amor, y el odio no va a quitarme la razón, de mi nacerá todo lo bueno que pueda, y la mierda la absorberé aunque a veces se vierta. 

Soy un alma y soy humana. La dualidad ya la integro en mi alma. No me siento separada ni del cielo ni del suelo, ni de los crudos ronroneos ni de los fértiles besos, aunque sí que con amor transformo todo lo que puedo, porque con él caen los velos. Con el paso del tiempo me contemplo en las puertas de todo lo que integro, todo lo llevo dentro, y la verdad va marcando la brújula de mi cuerpo, de mi vida y de sus misterios perfectos. Ya lo abracé todo. Por eso ahora ya vivo.